¿Público
o privado?
Cuando
un amigo me comentó, si yo podía escribir algo sobre la escuela privada o
pública. Escribir, de lo que en sí, se dice de escribir, yo no tengo ni idea,
pero hablar de mi experiencia personal con respecto a la misma, algo sé. Será
por eso que siempre se dice sobre los viejos; un refrán muy antiguo: Sabe más
el sabio por viejo, que por sabio.
Mi
experiencia se basa en relatarles, a los que aún puedan mantener la memoria
(histórica o no) medianamente bien y tengan casi mi misma edad, lo que en
aquellos tiempos se entendía por Colegio público o Colegio privado.
Colegio
público, era el que había. No existía otro. Sin embargo, una cosa que en
aquellos tiempos no le dábamos importancia, era en el orden en el que se
impartían las mencionadas clases y, no solo en la privada, sino también en la
pública. Consistía en favorecer más a los aventajados, que al resto de la
clase. Hoy con el paso del tiempo, las formas en ese sentido, han cambiado, por
lo menos en la Enseñanza pública.
En
lo referente al privado, solo se podía optar, (como en mi caso) a unas clases
particulares, que nos daba un magnífico profesor llamado, Don Fernando. Dichas
clases las impartía en su misma casa y, de las cuales aún recuerdo unas
magníficas experiencias. Las matemáticas. Su fuerte eran los problemas y lo
bien que los tenía organizados, según fuese el nivel de cada alumno.
Mi
comentario a esta forma mía de ver las dos partes de un todo, como se diría en
alguna u otra clase, que por el hecho de la memoria, no me acuerdo cual… es
porque cuando yo tuve a mis hijos, hace 34 años, opté por llevarlos a la
Escuela pública, aún pudiendo costearles la privada. Fue por eso precisamente,
por afianzar mi opinión sobre la misma. Hoy día, la mayor es Profesora de Educación Infantil y el menor, Biólogo y Osteópata.
En
la Escuela Pública de ahora y con este dato quiero referirme a la Escuela
Pública que empezó tras la dictadura, fue donde empezaron de verdad los cambios
con respecto a la prioridad en los alumnos menos capacitados intelectualmente.
El cambio fue radical, antes se primaba a los mejores y en la otra parte del
todo, referido anteriormente, se estimula y se anima más si cabe, al menos
capacitado.
Toda
esta parafernalia mía particular no es otra, que el llevarles de algún
modo,(como alguna vez se dice en el argot futbolero) a mi terreno.
En
mi época de estudiante, me cogía de lleno una de esas partes (la mejor) yo
siempre estaba en los primeros puestos de la clase, que hasta en eso, hubo
cambio. Hoy día, los niños están “arrebujaos”, como dirían en mi pueblo. Los
que saben más con los que saben menos.
Tengo
el conocimiento suficiente para poder decir, que en la Escuela privada, de hoy (ojalá
no sean todas) aún conservan el Antiguo Régimen. Según me comento un sobrino el
otro día, al hablarle yo sobre este tema. Dice que su hija, se tuvo que quitar
del Colegio Privado, (Religioso, sito en San Juan de Aznalfarache, por más
señas) en el que estaba, precisamente, por eso, por el poco estímulo que la
niña recibía. Dicha niña, que con el cambio a un Instituto Público, mejoró
considerablemente y hoy día, tiene ganas de seguir estudiando, lo que antes no
tenía, al considerase inferior al resto de compañeros.
Pues
bien, en mi caso, al ser uno de los “privilegiados” y estar en el último curso,
allá por la década de los sesenta, llegó al Colegio la noticia, que por parte
del Gobierno, había la posibilidad de estudiar una carrera, costeada por el
mismo, siempre que se cumpliesen unos requisitos. Teníamos que ser los primeros
de la clase, para poder tener el derecho de examinarnos en Sevilla. El lugar
del examen era en uno de aquellos Pabellones situados en la Avenida de la
Palmera y que fueron construidos para la Exposición Universal del año 1929.
Al
examen tuvimos el privilegio de asistir varios niños y una niña. En principio,
creíamos que éramos cuatro, contando a la niña. Sin embargo, al llegar al “lugar
de los hechos”, (como se dría antiguamente, en el periódico El Caso, que por
aquel entonces existía) nos encontramos que el número de aspirantes había
aumentado, ya no éramos cuatro, éramos cinco.
En
aquel momento con la ilusión que llevábamos y los nervios a flor de piel, no
nos percatamos de la importancia que podría traer, la incorporación de un
compañero más al examen.
Dicha
importancia se la dimos, cuando tras más de una semana esperando el resultado,
para saber quién de nosotros tenía la suerte de poder estudiar (en mi caso,
medicina),con la Beca. Nos echaron el “jarrón del agua fría”, que hasta en
verano cae mal. La Beca, según el Gobierno, le había tocado, al niño que habían
incorporado en el último momento. ¿Se imaginan como nos sentimos, después de
todo un año de esfuerzo e ilusiones frustradas?. ¿Y para que sirvió?. Por
suerte o por desgracia para este niño, (que dicho sea de paso, no tenía, ni
tuvo culpa ninguna),no le sirvió para
nada, solo le duró la epopeya, dos o tres meses. El pobre no supo, o no pudo, o
no le gustaban los estudios. El caso es, que la Beca se perdió y, de que los
cuatro que en origen fuimos al “dichoso examen”, sólo pudo estudiar, la niña y
porque su padre se lo costeó.
Con
el paso del tiempo he llegado a la conclusión, de que quizás, lo de la supuesta
Beca, fue un engaño, no solo para nosotros, sino inclusive para este niño y su
padre, por el cual se la otorgaron. A sabiendas de que no llegaría a ningún
fin. Pienso que al final de todo, fuimos engañados todos.
Quiero
destacar que afortunadamente, los cambios efectuados en su día sobre la
Enseñanza Pública. Nos da el derecho a los mayores (como yo), a una segunda
oportunidad, no sólo ya con los casi 30 años de Colegio de Adultos, sino
también la opción, de poder estudiar en el Programa de Mayores de 55 años, a
través de la UPO, Universidad Pablo de Olavide, llamado Aula Abierta, a la cual
tengo la suerte de pertenecer. Y que éste año terminamos los tres años.
Pudiendo hacer si quisiera un posgrado de otros tres años más.
Nota.- Este escrito fue leido en el Acto, que ayer tuvo lugar en las SETAS de Sevilla, "Enamorados de la Pública",con motivo de realzar la enseñanza pública, a través del Movimiento, 15M.