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jueves, 18 de febrero de 2010

En esta etapa

Sala de espera del Juzgado

Va a venir bien lo que me dijo mi compañera Dulce al principio del curso. "Paco cuanto vamos a aprender este año". Y es verdad, vamos a pasos agigantados, cada día de clase, aprendemos una cosa nueva y sobretodo en estos últimos temas.
Ayer se cumplió uno de esos días en los que cada uno de mis compañeros y yo, disfrutamos de lo lindo, con lo de poder asistir (como público), a varios juicios. El juez resultó ser distinto a lo que siempre nos imaginamos (por lo menos yo), un ser distante, frío, sin expresión, etc. Este fue todo lo contrario, amable, participativo y como no, simpático. Nos permitió el que opinásemos sobre los distintos temas que allí se desarrollaron. Algunos fueron rápidos por la no comparecencia de los demandantes -(actores)- en el argot de ellos. En esos casos el juez, después nos explicaba el porque de la anulación. Hicimos el viaje en Metro de esa manera, también matábamos dos pájaros de un tiro, porque había compañeros que aún no habían utilizado este medio de transporte y así lo disfrutaron. Luis el profesor (abogado en uno de los juicios), estuvo con nosotros en todo momento y la fiscal que nos visitó en las clases con el chico que llevaba extranjería también.



Lo que nos faltó ver fue el "martillo del juez"

Fue una tarde fantástica y, para completar el día, en el vagón del Metro en el que veníamos, tuvimos la suerte de hablar con un señor muy emblemático que nos llamó la atención por lo conocido que era. ¿Os acordáis del hombre del tiempo de hace ya unos años?, ¿Os suena Julio Marvizón?. Fue un ratito agradable el poder hablar con él, del (tiempo) de aquellos años, en los que este tema de la meteorología, lo daba el propio metereologo, él y el señor Maldonado. Donde no había tanta tecnología, pero si más calidad a la hora de valorar e informar del "tiempo". Juan Manuel le sacó el tema sobre la conferencia con la que Marvizón nos deleitó en el Centro Cultural la Atarazana, ya hace unos años sobre La Sábana Santa. Nieves le preguntó sobre la autencidad de la misma, él bajo el prisma de la conferencia en si, nos manifestó que la habían estudiado infinidad de científicos y ninguno pudo decir nunca, que fuese irreal y que él, bajo su forma de pensar y no en el (católico) precisamente, opinaba en que con exactitud no se podría decir que fuese Jesucristo, pero si que la existencia de esa persona y esas características eran iguales a las de él. En aquellos tiempos la manera de dar muerte a una persona, era esa, la crusifixión, pero es que la muerte que se refleja en la Sábana, no era habitual, había ensañamiento y castigo y eso si estaba dentro del contexto de la muerte de Jesús.

--- "El Metro"
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miércoles, 10 de febrero de 2010

La música sugerida por Miguel Fernández Villegas

Tocata y Fuga de J. S. Bach en un piano gigante

El Réquiem de Mozart

Aria de J. S. Bach, de la que dijo L. Beethoven que era la mejor melodía del mundo

martes, 9 de febrero de 2010

Me perdí la primera.


"La Primavera" Recordando la música de las -Cuatro Estaciones-

Así titulo yo mi entrada en el blog del Aula hoy martes después de estar ayer en la clase.
Mis compañeros después de asistir ellos a la primera, impartida por Miguel F. Villegas, me apremiaron (siempre en el buen sentido), el habérmela perdido. Y hasta ayer no comprendí lo que en realidad nos perdimos mi mujer y yo.
Miguel me transportó con su teoría y forma de explicar la música, a infinidad de lugares sin moverme de mi sitio. Sentí unas sensaciones que hacían moverme o sentir que lo hacía, o todo al mismo tiempo. Se me fue el tiempo volando y aún siendo egoísta por mi parte, casi sin darme cuenta lo atosigaba con preguntas.
Le di mi correo y hoy vi colmada mi alegría al ver por la mañana, un correo de él, con las piezas musicales que le pedí y, es más, por su parte me incluyó en el lote, una de sus preferidas, el Aria de Bach. Estando en la clase yo le hice hincapié sobre el Réquiem de Mozart y la canción que hicieron con un tema de Maikel Jacson, en defensa de Africa, We are the world. Pues el buen hombre se tomó la molestia de buscarlos y esta mañana, nos hizo pasar un rato maravilloso a mi y a mi mujer escuchando estas joyas musicales, como Miguel las define. Me dijo ahí te mando dos clásicas y una moderna. Inmediatamente le contesté agradeciéndole el detalle y transmitiéndole las sensaciones que me hizo sentir. El Réquiem fue impresionante el coro fantástico. Con el Aria de Bach, al ser una música lenta, apagué la luz del cuarto y cerré la ventana y así me metí dentro, como si fuese uno más de los componentes de la orquesta. Y por último con el We are the world, fue lo que colmó el vaso, me hizo vibrar y ésta vez si, moverme del asiento e incluso levantar los brazos y manos para seguir el ritmo. Y así tal cual se lo transmití a Miguel en el correo que le mandé.

"Mariposas en el Corazón"

domingo, 7 de febrero de 2010

La primera clase de Historia de la Música


Miguel Fernández Villegas impartiendo su clase de Historia de la Música en la sesión del pasado lunes 1 de febrero.