Este film de Luis G. Berlanga tiene un titulo muy político.
Si nos ponemos a pensar en el 52 del siglo pasado, podemos apreciar el motivo de este título.
En aquel año el presidente de EE.UU. realizó un viaje por Europa (estábamos en guerra fría, muy fría con la Unión Soviética) para entablar contactos sobre su política en Europa y mundial y decide hacer inesperadamente una parada en Madrid.
España, al borde de la bancarrota por el boicot a la que estaba sometida, acoge al Sr. presidente con los brazos abiertos (por todos sabidas las grandes persecuciones en España a todo lo que tuviera color rojo).
Al final de la segunda guerra mundial los EE.UU. deciden lanzar un Plan para paliar la hambruna en Europa (bajo el lema un amigo con la barriga vacía, es un gran enemigo) a la que España no tenia acceso. A este plan se le llamo El Plan Marshall y a España se le abrían muchas puertas si conseguia entrar en él.
El titulo de Bienvenido, Mister Marshall, debería haberse llamado Bienvenido, Mister Presidente.
A este gran cineasta que fue Berlanga, posiblemente no le quedó otra alternativa.
Si nos ponemos a pensar en el 52 del siglo pasado, podemos apreciar el motivo de este título.
En aquel año el presidente de EE.UU. realizó un viaje por Europa (estábamos en guerra fría, muy fría con la Unión Soviética) para entablar contactos sobre su política en Europa y mundial y decide hacer inesperadamente una parada en Madrid.
España, al borde de la bancarrota por el boicot a la que estaba sometida, acoge al Sr. presidente con los brazos abiertos (por todos sabidas las grandes persecuciones en España a todo lo que tuviera color rojo).
Al final de la segunda guerra mundial los EE.UU. deciden lanzar un Plan para paliar la hambruna en Europa (bajo el lema un amigo con la barriga vacía, es un gran enemigo) a la que España no tenia acceso. A este plan se le llamo El Plan Marshall y a España se le abrían muchas puertas si conseguia entrar en él.
El titulo de Bienvenido, Mister Marshall, debería haberse llamado Bienvenido, Mister Presidente.
A este gran cineasta que fue Berlanga, posiblemente no le quedó otra alternativa.
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